Apunta

Existen bocas que disparan palabras

del calibre suficiente para atravesar cabezas

incrustarse en la mente

y convertirse en hechos.

Capazes de dibujarnos una mirilla 

en el pensamiento

donde ninguna llave obligatoria

pueda volver a entrar.

Porque ni un montón de agujas e hilos

silenciarán tantos labios inquietos,

ni tantos índices dispuestos a señalaros

ni tantos corazones dispuestos a levantarse.

(y créeme sigo hablando de dedos)

"La mejor defensa es un buen ataque"

Ilusos.

Uniformados, 

con todo tipo de protecciones,

cargando las armas más terroríficas,

¿a que temeis?

yo puedo contestaros.

Ya que tenemos
 de nuestra parte 

 a la mejor arma      

                 
                  la Verdad.

Más aquí

Y con el cielo a nuestros pies
seguíamos alzando la vista arriba
donde solo quedaba la nada
pero nos demorábamos
por que hubiera más.

Inconformistas
analíticos de lo inexistente,
enganchados
a creencias de autoayudas

y a las infinitas voces

que no son más
que nuestro propio eco.

Buscamos la felicidad
 en lo remoto

encubierta
por nuestra propia sombra
aquella que creamos
cuando dejamos
de creer en uno mismo.

Y lo ví en aquel espejo roto
del suelo
me ví
en todos los fragmentos,

comprendiendo
que todos éramos un trocito
en busca de su complementario
que algún día
volvería a ser aquel espejo
en el que al fin
uno pudiera verse reflejado.

Y lo entendí.
Aquellos ojos no mentían
me miraban
y fue cuando dejé de sentir
la fuerte necesidad
de buscar en lo alto

cuando la mejor constelación
la cubrían unas pestañas
y el mejor paisaje
 unos labios preciosos
con la sonrisa más brillante
envidiada por cualquier lucero


y joder,
                 estaba a mi lado.

Más allá

"Uno ve la piel y ya cree saber que hay debajo"
y Will no estaba tan equivocado.

Nadie sabe de que campo de tempestades
esta hecha una sonrisa

ni de que escudo está envuelto
un corazón

tampoco de que tormentas
unos ojos.

Nadie lo sabe.

Aun creéis ver un cuerpo perfecto,
ante un engaño visual.
Sin conocer ese baúl doloroso
que aguarda en el fondo.

Apretado con candados
 y cadenas varias,
ante una llave que siempre,
parece imperdible.

Sois vuestros sentidos,
y por pura vagancia
o extremo conformismo
seguis diciendo que la piedra es inerte
mientras os comportais como auténticos muros.

Así que puedo decir
que nadie sabe
el arte metafísico de una mirada,
ni el de una pequeña boca medio curvada.

Tocados, pero no hundidos

En el precipicio de los sueños
nos empujaron hacia el negro vacío
probando el suelo de la triste realidad.

Cortando brazos de quienes quisieron ayudar a levantarnos
de un suelo que no merece nuestra caída.

Obligándonos a morder un césped
abonado de miedos de sus propias cosechas.
Obcecados sí,
pero no nos olvidamos de levantar la vista
de vez en cuando.
De mirar por el rabillo del ojo.

Que no.

Que nos conocemos todas vuestras jugadas
en este juego del desencanto y avaricia,
vestis de gala para tapar la mierda
que os llega hasta el cuello,
pero que ni la más costosa corbata logra cubrir.

Coleccionais todas esas alas cortadas
y aún tenéis el descaro de enmarcarlas,
de ponerlas a la vista de todos
como si esperaseis todavía
que os demos las gracias.

No hace falta que nos encerréis en verjas,
basta con mirar a los ojos de la gente
para ver
la verdadera cárcel.

Hasta promulgais la paz
declarando guerras.


Pero no,
ya no escribo por mi,

sino por todos aquellos brazos rotos,

aquellos ángeles caídos

y sobre todo

por aquellos que tuvieron el valor de escupir al suelo
mientras mirabais.

Prendida

Y he tenido la suerte o desgracia
de caer en una cadena perpetua

colgada de dos manos inquietas
mientras me balanceaban
entre las nieblas de lo dulce

dispuestas a cavar las trincheras necesarias
cuando las guerras del pasado
llamaban a mi puerta

a modo de escudo protector
contra los arañazos del olvido
y las agujas del camino

el verbo hecho en dedos
circulantes por mi espalda,
yo su folio en blanco
él mi Dalí

qué difícil fue desengancharse
cuando era costumbre vivir ahogada.

Porque sí,
porque hay cadenas que atan
pero créeme
   
       hay brazos que mucho más.

Antónimos

Cuando odias a alguien
es porque te cae mal

Por eso te odio

te odio
te odio, joder


Porque nunca terminas de caerte bien

(y pesar de que los abro mucho)                        
                                                 
                                                    en mis brazos.

Gradientes

Perenne hoja caducifolia
en un mundo de árboles caídos
en donde se talan los sueños
y no se oyen más que alaridos

deseando ser la hoja
de este otoño de la vida,
de las que caen en silencio
pero vuelan bien arriba

que el tiempo nunca cambia,
tan solo la dirección del viento
aún sigo buscando ese norte
que ponga rumbo a este intento

este tronco se ha vuelto grueso
al ser nacida en terreno escarpado,
con los pies demasiado en la tierra
y de lágrimas embriagado.

Aún puedes preguntarme que soy:
tan solo cuestión de tiempo,
creí  al verano eterno
y ahora,
tan solo temo
al frío, triste y solo invierno.

Viva en carne

Y fue alzar la vista hacía atrás lo que hizo
que me perdiera todas esas cosas bonitas
 que la vida te pone al frente,

decidisteis lanzarme piedras
y las convertí en muros,
enormes
y grandes muros

pero sigue siendo difícil
seguir en línea recta
con una pared de por medio.

Chocar con la misma roca
con la que me creía proteger
mientras escalándola
me dejaba los trocitos de piel

los rasguños pasaron a costra,
de la que molesta pero
que sigues sin tirar
por el dolor,

así que dejemos el miedo de lado
que las cicatrices
son la forma más valiente
de representar un error.

Una y otra vez

La vida es ignorar el destino
buscarte entre el azar
forjar tu propio camino

recordar los instantes vividos
caer y volverte a levantar,
tenerte como abrigo

mirar a lo alto del precipicio
gritar, reír, llorar
y de tu mano saltar al vacío

es los sueños cumplidos
los que te dijeron que no
los pisoteados y abatidos

es vivir sin dios
renegar de la fé
rezar a tus labios

es cada día trasnochar
ver el amanecer
y volverte a besar.

¿El qué?

Quizás
dos extraños
que consumen
el tiempo juntos,
ese que alguien
no quiso compartir

o jóvenes suicidas
enganchados a las vías
de un tren que nunca pasa

tal vez dos insaciados,
en busca de un completo

puede que
un par de esos calcetines
que siempre pierdo
y que nunca termino
por combinar

el resto de las cenizas
hechas en polvo
de un amor abrasador

a lo mejor
dos condescendientes
que en común tienen
mil decisiones
mal tomadas

o una espalda necesitada
de un brazo consolador..

Enserio.

Ojalá pudiera decirte
que mierda somos
sin metáforas.

Sobre las nubes

Aunque siempre echaré de menos unas alas

poco a poco voy superando este anhelo
la vida me ha dado muchas vueltas

y he tenido que poner los pies en el suelo

he subido cuestas, tropezado en baches
he aprendido a caer para saber levantarme
la guerra fue el insomnio de las noches
la paz las cicatrices hechas en carne

no existen paletas de grises
ni lucha ni sangre que derramar;
ahora que la calma
parece retomar su lugar

caí en la cuenta
de que había echado en falta,
lo que nunca había perdido
que fácil parecía recordar

       y que difícil es el olvido.

Alta marea

Irónico que el sur
de mi cama este fría

Te sigo soñando
en la misma almohada;
solo que sin ti,
pero conmigo.

Y echando de menos
las mareas de sábanas
en las que hasta hace poco
nos ahogábamos los dos.

Y tú,
náufrago,
en este océano
sin calma..

Aquí te espero.
En esta pequeña
y desolada
isla desierta:
mi cama.

Horarios

Implantaron normas 

sobre cada instante

segundos

minutos

horas

como si la vida

fuera eso,

periodos, intervalos..

Acostumbrados

a una vida de relojes

a caras de agujas

y a trágicas prisas.

Nos llevaron 

a una desesperación.

Una vida que nos espere,

es lo que vivimos esperando.

Y es ahora,
cuando no sé si soy cuestión de tiempo
                             o cuestión de números

Medio vacía o medio llena?

Nos hicieron sentir
que éramos la mitad

de lo que somos

de alguien. 

Creados a medias.

Y que la vida era el tiempo que pasamos buscando algo que nos llenara.

Teoría de la media naranja..

Nos hacen creer

que estamos vacíos,
incompletos.
Es entonces cuando nos venden
trozitos de felicidad pasajera
con su efímeridad

Insaciados,
queremos más,
más,
y más.

Nos hacen consumistas,
materialistas
egocentristas..

Y aún así
seguimos viviendo
con ese miedo de soledad

aún buscamos que alguien
sea nuestro todo
cuando en verdad

           no nos falta nada..